Hoy se celebra un día importante en aras de la independencia de Chile (primera junta de gobierno [es|en]) del dominio de la corona española. Por estos días, también se está nuevamente hablando sobre el voto de chilenos en el extranjero.
Hay argumentos a favor y en contra al respecto, algunas bastante legítimas, otras bastante mezquinas y otras que no se nombran explícitamente. Pero la situación actual es bien particular y personalmente no la he visto nombrada. Esta situación, es endémica a la sociedad chilena y su notoria desigualdad.
Si bien no existe el voto en el exterior, la ley no prohíbe a nadie con ciudadanía chilena en votar si es que en el día de las elecciones se encuentra en su distrito/circunscripción de votación. Esto independiente de donde haya estado residiendo anterior de forma (semi)permanente. Esto implica, que si uno tiene los recursos para viajar a Chile por el día (o medio día), puede perfecta y legalmente ejercer su derecho a votar.
Probablemente, para aquellos que vivan, en Mendoza y voten en Los Andes, esto no necesariamente implica en una inversión de tiempo y recursos sustanciales. Pero esto rápidamente deja de ser así para quienes se encuentren a mayores distancias.
Entonces resulta, que para votar en Chile, no hay que vivir en el territorio nacional, ni pagar impuestos, ni tener un genuino interés (aunque si uno está dispuesto a hacer el viaje supongo que implica tener interés). Simplemente basta con tener los recursos. Al final, se reduce a un problema de dinero. Y eso no tiene mucha justificación moral.
Si existe derecho a voto para los chilenos en el extranjero, pero para ejercerlo hay que pagar por el.
Si existe derecho a voto para los chilenos en el extranjero, pero para ejercerlo hay que pagar por el.
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