Wikileaks, un concepto que ha dado mucho que hablar en la últimas semanas.
He leido una que otra columna de opinión con respecto a la última filtración de documentos diplomáticos de E.E.U.U, tanto a favor como en contra y a nivel nacional e internacional. Una
editorial de la revista
Wired comienza con lo siguiente
A truly free press — one unfettered by concerns of nationalism — is apparently a terrifying problem for elected governments and tyrannies alike.
y creo que eso demuestra el gran riesgo en el que los gobiernos se encuentran. Un gobierno elegido democráticamente no debería tener miedo de sus ciudadanos, a no ser que haya sido capturado por una oligarquía.
Mi opinión acerca de Wikileaks es diametralmente opuesta a la opinión de Diego Schalper en
LaTercera la cual se queda en este affair diplomático. Comparto que tiene que haber una separación ente el espacio publico y privado pero de las personas. Los gobiernos son para las sociedad, no para un subgrupo de esta y en tal medida la transparencia es un gran valor para poder mantener un
accountability.
La situación actual debe de ser muy vergonzosa para la diplomacia estadounidense, pero a grandes rasgos no contiene más que lo que cabría de esperar para cualquier departamento de estado vinculado a relaciones exteriores que se aprecie a si mismo. Opiniones sobre el estado de un país, impresiones sobre el estado de salud de mandatarios, etc. Pero también se han encontrado cosas críticas, como por ejemplo presiones para que el gobierno Español intervenga en casos judiciales asociados a la muerte de un periodista español en Irak (
info).
Pero personalmente, este
leak en particular me preocupa bien poco. Claramente es el más escandaloso hasta ahora. Pero la historia de Wikileaks va más lejos y con variadas pequeñas contribuciones que a mi parecer tienen un carácter incluso más relevante que los mensajes diplomáticos. Desde crímenes de guerra hasta corrupción corporativa (bancos) pasando por desechos tóxicos (una lista de leaks
aquí). Varios de estos eventos no podían ser denunciado por los medios de prensa debido a acciones legales de los incumbentes en contra de la publicación.
Recomiendo leer qué es Wikileaks y sus logros
aquí.
Las acciones legales contra Julian Assange, en caso de ser un aparataje para minar su credibilidad y desprestigiar a Wikileaks (cosa que es sumamente grave), creo que han resultado en la dirección opuesta. Assange ha logrado volcar su búsqueda internacional por la Interpol en un medio de propaganda. La decisión de entregarse voluntariamente en vez de haber sido cazado fue un acto completamente publicitario. Y en el peor de los casos, si es condenado, pasará a ser un mártir respecto a la libertad de expresión y prensa.
Respeto enormemente a Julian Assange. Puede ser que no comparta con el varias cosas, pero admiro el coraje que tiene para asumir ser la cara visible y polémica de Wikileaks, sacrificando su vida o parte de ella en algo que el cree.
Por ahora estoy expectante al próximo leak, que será relacionado con corrupción corporativa. Veremos cómo reaccionarán los gobiernos y la sociedad civil en este caso.
Desde que conocí Wikileaks, cerca de sus orígenes, he apoyado el concepto. Lamentablemente nunca he podido más que apoyar moralmente a la organización. Creo que en el estado que está la sociedad y los medios de comunicación, capturados por los gobiernos y corporaciones, los actos revolucionarios como este son imprescindibles para garantizar un reestablecimiento del equilibrio de poder.
Si los gobiernos pueden espiar, por qué no la sociedad civil a los gobiernos? Internet es una herramienta donde el Gran Hermano puede observar a la sociedad pero donde la sociedad, por ahora, también puede observar al Gran Hermano.