El tema de las telecomunicaciones y en particular su versión móvil ha estado en boga durante este mes, luego del completo colapso del sistema posterior al terremoto ocurrido el día 27 de febrero.
Los problemas involucrados para tamaño colapso pueden ser variados y en diferentes escalas de tiempo. Habrá que esperar el resultado de las investigaciones al respecto... si es que se llegan a conocer de forma pública y sin ninguna retención de información por parte de las empresas.
Mi apuesta es que en un principio hubo una saturación en el sistema como ocurre en fechas como año nuevo, lo que es esperable por que el sistema nunca va a estar diseñado para aguantar tal nivel de flujo. Pero posteriormente los problemas son de otra índole y esos son los que se pueden atacar para poder tener una mejor respuesta. Dentro de algunas declaraciones que he leído, parte de los problemas tuvieron que ver con que el combustible para alimentar antenas con los sistemas electrógenos on-site fue sustraido. De ser eso cierto, los propios chilenos conspiraron ante la falla prolongada del sistema de comunicación móvil y muchos se vieron afectado por la "astucia" de unos pocos.
Lo que quiero enfatizar, es el hecho que pueden haber múltiples razones para el problema comunicacional y con diferentes escalas de tiempo. No hay un solo culpable de todo el problema y cada uno de estas escalas de tiempo tienen sus propias dificultades y prioridades. Además la responsabilidad del problema comunicacional no recae únicamente sobre los operadores telefónicos sino que además de la sociedad civil y las entidades reguladoras.
En fin... si la sociedad quiere un servicio a toda prueba... que pague el costo de ello.